Un lugar excepcional




En el corazón de los Jardines de Francia, en Ingrandes-sur-Loire, en 1886 Don Henri Grandin decide construir su propio castillo, en medio de un increíble parque al borde del Loira, el mismo parque de las Cavas de la Bouvraie.

Este edifico, ubicado en una cristalería real creada por Luis XIV, lleva desde entonces el nombre de Castillo de la Cristalería. Hay que recordar que las Cavas utilizaban las instalaciones de esta antigua Cristalería Real. Varios documentos demuestran que ya en el año 1803 esta cristalería producía un total de 600.000 botellas. Esta elevada cifra para la época demuestra la actividad del puerto de Ingrandes-sur-Loire, el único puerto de agua profunda entre Angers y Nantes que conectaba la región de Anjou con la región de la Bretagne.



La ciudad de Ingrandes-sur-Loire está situada en medio de viñedos que facilitan el suministro de uva necesario para la elaboración de vinos espumosos.

Justamente gracias a esta situación perfecta y a la personalidad emprendedora de Henri Grandin, su marca muestra un rápido desarrollo en Francia y en el ámbito de la exportación. 



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